domingo, 12 de mayo de 2013

África y Asia en la primera mitad del siglo XX.


Las sociedad africana y asiáticas exteriorizaron, de múltiples manera su malestar frente a la dominación política, territorial, económica, social y cultural ejercida por las potencias Europeas colonizadoras  del siglo XIX. Los movimientos de resistencia opusieron resistencia y expusieron y defendieron ideas como el nacionalismo, el panafricanismo, el panarabismo, el mesianismo religioso, tanto cristiano como islámico. Todos los movimientos fueron se vieron favorecidos por el fin de la Gran guerra, la revolución de octubre, la crisis económica de 1929.

Pecados del capitalismo -  La historia trágica del siglo 20 y mucho antes.



Entre 1915 y 1918 los territorios afroasiáticos se negaban a caer bajo el dominio extranjero y esto hacia que la situación empeorara. Europa le exigía constantemente hombres y recursos económicos para poder costear sus guerras, hasta que los colonos inconformes se levantaron en armas; estos movimientos fueron reprimidos por Europa pero demostraron las grietas en el orden colonial Europeo. Durante la posguerra hubieron hechos q debilitaron el dominio colonial.

El nacionalismo africano tuvo como ideales el panafricanismo y las negritudes se basaron en la búsqueda histórica, racial, cultural y religiosa; se buscaba afianzar la identidad y frenar las políticas de sometimiento impulsadas por los potencias colonizadoras.


Las colonias asiáticas optaron por afianzar la cultura occidental para detener la fragmentación y desintegración de los territorios por parte de las potencias europeas y Japón; hubieron grandes conflictos entre las colonias porque algunos defendían los valores tradicionales mientras que otros adoptaban los criterios occidentales. El hinduismo, el budismo y el islamismo mantuvieron vivas las creencias, la identidad, la tradición y la cultura. 



Mientras que en Europa y América se desarrollaba con intensidad un proceso de cambios profundos en el primer tercio del siglo XIX, en Asia y África las transformaciones seguían un ritmo más lento. En la mayor parte de este último continente se vivía aún en un estado de civilización tribal, muy cercano todavía a la edad de los metales. Sin duda, la sangría demográfica que produjo la exportación de millones de esclavos negros desde el siglo XV, incidió negativamente sobre cualquier tipo de evolución. Sin embargo, cuando se inició el siglo XIX Gran Bretaña había ya abolido la esclavitud en su territorio y en 1807 prohibió la entrada de esclavos en sus posesiones, aunque la esclavitud seguía siendo legal en ellas. En 1804 fue también prohibida la importación de esclavos en los Estados Unidos y en 1815 Portugal aceptó no practicar la trata al norte del Ecuador. Por otra parte, el Congreso de Viena proclamó, en una declaración solemne, el principio de la abolición de la esclavitud. 

Todas estas medidas evitaron que el problema continuara agravándose, aunque no pudieron lograr su desaparición, pues siguió existiendo un activo comercio de contrabando entre los países que continuaban permitiendo la existencia de la esclavitud. No obstante, la sangría africana remitió considerablemente y, en todo caso, el problema se planteó con aquellos esclavos liberados que volvían a África. Gran Bretaña intentó repatriarlos a Sierra Leona, donde no fueron bien recibidos. En los Estados Unidos, la American Colonization Society, encargada de repatriar a África a los esclavos liberados, compró en 1821 un trozo de territorio al que llamó Liberia y fundó la ciudad de Monrovia -en honor del presidente Monroe- donde instaló a millares de ellos.Todavía en 1800, casi todo el norte del continente, excepto la zona occidental de Maghreb se hallaba bajo el dominio del imperio otomano. Sin embargo, tanto Egipto, como Tripolitania, Túnez y Argel tendían cada vez más hacia la autonomía interna, escapando al control del sultán. Pero esa tendencia coincide con el interés de la potencias europeas por extender su influencia por aquella zona del continente. Unos incidentes entre el cónsul de Francia y el bey de Argel en 1827 llevaron a la Monarquía de Carlos X a enviar una expedición que tomó aquel territorio en julio de 1830. A partir de esos momentos Francia continuaría una política de expansión en el norte de África.Uno de los países africanos que evolucionó más rápidamente durante este periodo fue Egipto. La expedición de Napoleón permitió, no sólo un estudio científico de su historia, su arte y su civilización, sino la renovación de los métodos de explotación de sus riquezas. Cuando se fueron los franceses, el poder no volvió al sultán ni a los ingleses, sino que recayó en el jefe de los mercenarios albaneses, Mohamed Alí. 



Este personaje emprendió una política de reformas, después de haberse desembarazado de los mamelucos a los que hizo masacrar en 1811. Desarrolló los sistemas de regadíos e impulsó el cultivo del algodón y de la caña de azúcar. Con un ejército formado esencialmente por nativos egipcios intervino para someter a la rebelión griega en 1822, y a cambio de esa ayuda, reclamó del sultán el territorio de Siria.En el sur del continente africano, la presencia europea había venido determinada por la necesidad de tomar la ruta marítima del Cabo de Buena Esperanza para alcanzar los países asiáticos. Los comerciantes holandeses habían fundado la ciudad de El Cabo y habían traído campesinos, los boers, para que sirviesen los intereses de la Compañía de las Indias Orientales. Éstos, aunque eran protestantes, habían vivido en las provincias católicas de los Países Bajos y se consideraban autosuficientes para salir adelante sin mayor protección que la palabra de Dios transmitida a través de la Biblia y sólo interpretada por el padre de familia. De esa forma consiguieron emanciparse de la Compañía. Cuando se produjo la Revolución francesa y Holanda cayó en manos de la República, la Compañía pidió ayuda a Gran Bretaña, que aprovechó para tomar el control sobre la colonia de El Cabo. 

El Congreso de Viena declaró a los boers en 1815 súbditos de la Corona británica, con lo que éstos quedaban sometidos a una serie de restricciones impuestas por los ingleses. Ese mismo año se rebelaron, pero fueron sometidos y castigados a duras penas. Las tensiones anglo-boer obligarían a éstos a iniciar una emigración hacia los estados de Orange y Transvaal, en dirección al Norte, y serían el origen de serios conflictos que se prolongarían a lo largo de todo el siglo.Asia es otro mundo que evoluciona lentamente en estos primeros treinta años del siglo XIX. Resulta curioso constatar aún la escasa bibliografía existente sobre la dinámica histórica de los territorios de este continente, como también del africano, en relación con la que existe cuando pasaron claramente a estar bajo la influencia europea.

Durante los primeros años del siglo XX, las potencias imperialistas europeas  entraron en una competencia  por  la  supremacía  económica  y  militar que derivó  en  una guerra con alcance Mundial.  Como resultado, Europa inició  un  proceso  de  decadencia,  Estados unidos se convirtió en la primera potencia industrial del mundo, en Rusia triunfó la revolución socialista y Japón experimentó un avance industrial que afectó los intereses coloniales de europeos y estadounidenses.
Los efectos de la crisis del capitalismo en los años de la Gran Depresión, el auge de los nacionalismos y el fantasma del comunismo facilitaron el ascenso de gobiernos totalitarios en Europa y Asia, los cuales remplazaron la democracia liberal y encendieron, una vez más, las llamas de la guerra que consumió al mundo entre 1939 y 1945.



5 comentarios:

  1. muy bn todo esto me encantoo la historia de africa y asia

    ResponderEliminar
  2. muy bn todo esto me encantoo la historia de africa y asia

    ResponderEliminar
  3. hola buenas noches, me gustaria saber sobre la biografia del autor , gracias.

    ResponderEliminar
  4. buenas noches! me interesa saber sobre la biografia del autor, gracias

    ResponderEliminar
  5. Gracias por la ayuda me sirvió de Arta ayuda

    ResponderEliminar