domingo, 12 de mayo de 2013

Inicio.



En este blog veremos todo lo relacionado con ciencias sociales en noveno y sus mas importantes temas como:  
  • América latina entre 1.898 y 1.930.
  • África y Asia en la primera mitad del siglo XX.
  • Primera guerra mundial.
  • Periodo entre guerras.
  • Segunda guerra mundial.
  • El mundo Afroasiatico. 



Ciencias Sociales:

Las ciencias sociales es una denominación genérica para las disciplinas o campos de saber que reclaman para sí mismas la condición de ciencias y que analizan y tratan distintos aspectos de grupos sociales y los seres humanos en sociedad, ocupándose tanto de sus manifestaciones materiales como de las inmateriales. Otras de las denominaciones confluyentes o diferenciadas, según la intención del que las utiliza, son las de ciencias humanas, humanidades o letras (termino que se diferencian por distintas consideraciones epistemológicas y metodológicas). También se utilizan distintas combinaciones de esos términos  como la de ciencias humanas y sociales.


En este sentido, lo social puede otorgar un sentido de pertenencia ya que implica algo que se comparte a nivel comunitario. Por ejemplo, la noción de  convivencia social se refiere al modo de convivir que tienen los integrantes de una sociedad.

Asimismo nos encontraríamos con la presión social que podemos decir que es aquella influencia contundente que la sociedad ejerce sobre todos y cada uno de los miembros que la componen.













América Latina entre 1.898 y 1.930.



Tras casi un siglo de vida independiente, América Latina se enfrentó en el  siglo XX al reto de incorporarse al mercado mundial, sin tener mucho éxito en este objetivo. Tanto la estructura económica, como la sociedad y la clase dirigente no estaban preparadas para competir con las sociedades europeas -que tenían un mayor recorrido histórico- y aún menos con los Estados Unidos que se convertía en el nuevo imperio en busca de la supremacía en el mundo. Desde comienzos del siglo XX aparecieron los problemas económicos, sociales y políticos que, durante todo el siglo, afectaron los países de América Latina, fueron claves para el curso de la historia del continente, y extendieron su influencia a la sociedad y nuestra vida cotidiana hasta el día de hoy.


  • América Latina a comienzos del siglo XX 

Durante el período comprendido entre 1880 y 1930 América Latina se vio obligada a insertarse en el mercado mundial capitalista, debido al dominio comercial que ejercían Estados Unidos y las potencias europeas, de quienes dependía su economía. Esta situación trajo grandes cambios para los países Latinoamericanos ya que sus estructuras económicas, políticas y sociales debieron acomodarse a la nueva situación, creándose así, desequilibrios y conflictos aún latentes en nuestra sociedad. 




  • Panorama socio-económico de América Latina 

Las influencias inglesa y norteamericana son determinantes en la situación de América Latina a comienzos del siglo XX. La economía, las costumbres de la población, la vida política y la sociedad en general se fueron adaptando a los parámetros dados por los dos grandes centros de poder. El flujo de capital venido de estas potencias, representado en empréstitos (préstamos de grandes cuantías que solicitan empresas o el Estado), inversión en infraestructura s e instalación de compañías, afectó directamente la demografía continental movilizando la población internamente y trayendo consigo la inmigración extranjera en algunos países como Brasil, Argentina y Uruguay, en donde la mano de obra era escasa. Estos factores aceleraron el proceso de urbanización y el crecimiento de las ciudades, y se presentó así un aumento de la población en las dos primeras décadas del siglo XX. Junto a este fenómeno se dio también una baja en la mortalidad de un 25%, gracias a algunas mejoras en las condiciones de vida y a los avances en la medicina. En los primeros años del siglo XX la población de América Latina se duplicó.  

En este período también se presentó la conformación de nuevas clases sociales entre las que destacan la clase media y la clase obrera o proletaria. La primera provenía de la burocracia estatal y ocupaba los puestos intermedios en las compañías extranjeras y nacionales. Este nuevo grupo social hacía parte de la clientela política de las viejas oligarquías del siglo XIX que, en algunos países de América Latina, perduraron durante todo el siglo XX. El surgimiento de estas capas medias de la sociedad se dio a la par con la extensión de la instrucción pública, por la cual pudieron acceder a empleos y a la participación en política. Esta nueva clase se preocupó por imitar las costumbres y hábitos de la oligarquía, que a su vez, tomaban este comportamiento de los modelos europeos. 

La clase proletaria provenía de los grupos de trabajadores y artesanos del siglo XIX, los cuales se fueron adaptando a los avances en la industria, al desarrollo de las ciudades y a todo el proceso de modernización al que se incorporaron los países latinoamericanos durante esta época.



  • Economía en América Latina a principios del siglo XX 

La transición entre el siglo XIX y el siglo XX con respecto a la economía latinoamericana presentó un rasgo característico fundamental: la orientación hacia el mercado y el comercio internacional. Esto produjo una serie de cambios como el crecimiento desigual de algunos sectores y regiones; el comienzo de la industria de manufacturas orientadas al mercado interno, con la importación de bienes de capital o maquinaria; el desarrollo de medios de comunicación novedosos como los telégrafos, así como el mejoramiento del transporte de carga. Estos cambios modificaron la articulación de los mercados locales latinoamericanos, a nivel interno, y promovieron la adopción de sistemas de producción dedicados de manera exclusiva a los bienes primarios, a nivel externo. Todo esto significó la irrupción de Latinoamérica en la división internacional del trabajo. 

En los albores de la Primera Guerra Mundial, Latinoamérica presentaba diversos contrastes económicos producto de la transición. Algunos países, como Argentina y Brasil, presentaban un desarrollo superior al de sus vecinos. Hasta el año 1914 la participación financiera de Europa en la economía latinoamericana era muy superior a la estadounidense. Pero con el advenimiento de la Primera Guerra Mundial esta situación cambió sustancialmente. Latinoamérica sumaba una deuda de más de 2 mil millones de dólares, deuda que arrastraba desde el siglo XIX, y que se incrementó en la primera década del siglo XX gracias a los préstamos destinados a obras públicas. 




  • El movimiento obrero 

La clase obrera fue incrementándose y asumiendo un papel protagónico en el desarrollo histórico de América Latina durante los años treinta. Los nuevos proletarios venían del campo, huyendo de la expansión de los terratenientes y el desempleo. El ascenso de masas trabajadoras en Europa y Estados Unidos, el influjo de las ideas socialistas y revolucionarias y la Revolución mexicana fueron paradigmas para la toma de conciencia de los movimientos obreros. Así, surgieron las primeras sociedades y sindicatos, que para inicios del siglo XX utilizaban la huelga como instrumento de presión. 

Estas nuevas ideologías lograron una rápida difusión, gracias también a la migración de obreros europeos especializados, que habían militado en partidos y sindicatos. El sindicalismo se convirtió en una de las bases políticas de los gobiernos populistas y reformistas de América Latina.

  • Política y economía en América Latina después de 1929

Para el final de la década de los veinte, las exportaciones de los países de América Latina fueron disminuyendo,. como preámbulo de la crisis económica de 1929. Los recursos financieros se redujeron notoriamente y los inversionistas extranjeros se vieron obligados a retirar sus capitales y a cobrar las deudas. 

De acuerdo con las condiciones de cada país, se buscaron soluciones a la crisis. En algunos países la coyuntura se enfrentó a través de reformas moderadas, generalmente propuestas por la clase dirigente. En otros lugares, la situación se enfrentó por medio de gobiernos que se definieron como populares, nacionalistas y antioligárquicos, a los que se denominó populistas, Estos contaron con el apoyo de la clase obrera, los marginados y los desempleado s y las masas en general.

  • Intervencionismo de Estado

Con la reducción de las exportaciones, los ingresos de los países disminuyeron; los precios internos de muchos productos bajaron y el número de desempleados se multiplicó. Además, frente a la escasez de recursos financieros, los estados perdieron la capacidad de importar. Los gobiernos decidieron asumir el control de las exportaciones, subsidiar a los productores, supervisar las entidades financieras, controlar las obras públicas y apoyar a aquellas industrias que pretendían reemplazar los productos que dejaron de llegar debido a las dificultades de importación. 

El intervencionismo de Estado y la forma como se pretendió impulsar la economía se vieron favorecidos por el inicio de la Segunda Guerra Mundial, a causa de que Europa y Estados Unidos aumentaron significativamente la importación de alimentos. De igual manera, se incentivó la industrialización debido a la nueva suspensión de las importaciones, sin embargo, se descuidó la agricultura y las actividades del campo.
  • Los 10 países más desarrollados de América Latina:






África y Asia en la primera mitad del siglo XX.


Las sociedad africana y asiáticas exteriorizaron, de múltiples manera su malestar frente a la dominación política, territorial, económica, social y cultural ejercida por las potencias Europeas colonizadoras  del siglo XIX. Los movimientos de resistencia opusieron resistencia y expusieron y defendieron ideas como el nacionalismo, el panafricanismo, el panarabismo, el mesianismo religioso, tanto cristiano como islámico. Todos los movimientos fueron se vieron favorecidos por el fin de la Gran guerra, la revolución de octubre, la crisis económica de 1929.

Pecados del capitalismo -  La historia trágica del siglo 20 y mucho antes.



Entre 1915 y 1918 los territorios afroasiáticos se negaban a caer bajo el dominio extranjero y esto hacia que la situación empeorara. Europa le exigía constantemente hombres y recursos económicos para poder costear sus guerras, hasta que los colonos inconformes se levantaron en armas; estos movimientos fueron reprimidos por Europa pero demostraron las grietas en el orden colonial Europeo. Durante la posguerra hubieron hechos q debilitaron el dominio colonial.

El nacionalismo africano tuvo como ideales el panafricanismo y las negritudes se basaron en la búsqueda histórica, racial, cultural y religiosa; se buscaba afianzar la identidad y frenar las políticas de sometimiento impulsadas por los potencias colonizadoras.


Las colonias asiáticas optaron por afianzar la cultura occidental para detener la fragmentación y desintegración de los territorios por parte de las potencias europeas y Japón; hubieron grandes conflictos entre las colonias porque algunos defendían los valores tradicionales mientras que otros adoptaban los criterios occidentales. El hinduismo, el budismo y el islamismo mantuvieron vivas las creencias, la identidad, la tradición y la cultura. 



Mientras que en Europa y América se desarrollaba con intensidad un proceso de cambios profundos en el primer tercio del siglo XIX, en Asia y África las transformaciones seguían un ritmo más lento. En la mayor parte de este último continente se vivía aún en un estado de civilización tribal, muy cercano todavía a la edad de los metales. Sin duda, la sangría demográfica que produjo la exportación de millones de esclavos negros desde el siglo XV, incidió negativamente sobre cualquier tipo de evolución. Sin embargo, cuando se inició el siglo XIX Gran Bretaña había ya abolido la esclavitud en su territorio y en 1807 prohibió la entrada de esclavos en sus posesiones, aunque la esclavitud seguía siendo legal en ellas. En 1804 fue también prohibida la importación de esclavos en los Estados Unidos y en 1815 Portugal aceptó no practicar la trata al norte del Ecuador. Por otra parte, el Congreso de Viena proclamó, en una declaración solemne, el principio de la abolición de la esclavitud. 

Todas estas medidas evitaron que el problema continuara agravándose, aunque no pudieron lograr su desaparición, pues siguió existiendo un activo comercio de contrabando entre los países que continuaban permitiendo la existencia de la esclavitud. No obstante, la sangría africana remitió considerablemente y, en todo caso, el problema se planteó con aquellos esclavos liberados que volvían a África. Gran Bretaña intentó repatriarlos a Sierra Leona, donde no fueron bien recibidos. En los Estados Unidos, la American Colonization Society, encargada de repatriar a África a los esclavos liberados, compró en 1821 un trozo de territorio al que llamó Liberia y fundó la ciudad de Monrovia -en honor del presidente Monroe- donde instaló a millares de ellos.Todavía en 1800, casi todo el norte del continente, excepto la zona occidental de Maghreb se hallaba bajo el dominio del imperio otomano. Sin embargo, tanto Egipto, como Tripolitania, Túnez y Argel tendían cada vez más hacia la autonomía interna, escapando al control del sultán. Pero esa tendencia coincide con el interés de la potencias europeas por extender su influencia por aquella zona del continente. Unos incidentes entre el cónsul de Francia y el bey de Argel en 1827 llevaron a la Monarquía de Carlos X a enviar una expedición que tomó aquel territorio en julio de 1830. A partir de esos momentos Francia continuaría una política de expansión en el norte de África.Uno de los países africanos que evolucionó más rápidamente durante este periodo fue Egipto. La expedición de Napoleón permitió, no sólo un estudio científico de su historia, su arte y su civilización, sino la renovación de los métodos de explotación de sus riquezas. Cuando se fueron los franceses, el poder no volvió al sultán ni a los ingleses, sino que recayó en el jefe de los mercenarios albaneses, Mohamed Alí. 



Este personaje emprendió una política de reformas, después de haberse desembarazado de los mamelucos a los que hizo masacrar en 1811. Desarrolló los sistemas de regadíos e impulsó el cultivo del algodón y de la caña de azúcar. Con un ejército formado esencialmente por nativos egipcios intervino para someter a la rebelión griega en 1822, y a cambio de esa ayuda, reclamó del sultán el territorio de Siria.En el sur del continente africano, la presencia europea había venido determinada por la necesidad de tomar la ruta marítima del Cabo de Buena Esperanza para alcanzar los países asiáticos. Los comerciantes holandeses habían fundado la ciudad de El Cabo y habían traído campesinos, los boers, para que sirviesen los intereses de la Compañía de las Indias Orientales. Éstos, aunque eran protestantes, habían vivido en las provincias católicas de los Países Bajos y se consideraban autosuficientes para salir adelante sin mayor protección que la palabra de Dios transmitida a través de la Biblia y sólo interpretada por el padre de familia. De esa forma consiguieron emanciparse de la Compañía. Cuando se produjo la Revolución francesa y Holanda cayó en manos de la República, la Compañía pidió ayuda a Gran Bretaña, que aprovechó para tomar el control sobre la colonia de El Cabo. 

El Congreso de Viena declaró a los boers en 1815 súbditos de la Corona británica, con lo que éstos quedaban sometidos a una serie de restricciones impuestas por los ingleses. Ese mismo año se rebelaron, pero fueron sometidos y castigados a duras penas. Las tensiones anglo-boer obligarían a éstos a iniciar una emigración hacia los estados de Orange y Transvaal, en dirección al Norte, y serían el origen de serios conflictos que se prolongarían a lo largo de todo el siglo.Asia es otro mundo que evoluciona lentamente en estos primeros treinta años del siglo XIX. Resulta curioso constatar aún la escasa bibliografía existente sobre la dinámica histórica de los territorios de este continente, como también del africano, en relación con la que existe cuando pasaron claramente a estar bajo la influencia europea.

Durante los primeros años del siglo XX, las potencias imperialistas europeas  entraron en una competencia  por  la  supremacía  económica  y  militar que derivó  en  una guerra con alcance Mundial.  Como resultado, Europa inició  un  proceso  de  decadencia,  Estados unidos se convirtió en la primera potencia industrial del mundo, en Rusia triunfó la revolución socialista y Japón experimentó un avance industrial que afectó los intereses coloniales de europeos y estadounidenses.
Los efectos de la crisis del capitalismo en los años de la Gran Depresión, el auge de los nacionalismos y el fantasma del comunismo facilitaron el ascenso de gobiernos totalitarios en Europa y Asia, los cuales remplazaron la democracia liberal y encendieron, una vez más, las llamas de la guerra que consumió al mundo entre 1939 y 1945.



Primera guerra mundial.



La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento bélico internacional que, iniciado en Europa en agosto de 1914, no sólo llegó a convertirse en una "guerra total" sino que trascendió al ámbito mundial cuando intervinieron en ese conflicto naciones situadas en otros continentes. 

La guerra comenzó como un enfrentamiento entre el Imperio austro húngaro y Servía. Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de los países eslavos y deseaba socavar la posición de Austria-Hungría en los Bal canes. Tras la declaración de guerra austro húngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra, obligada por un pacto secreto contraído con la monarquía de los Abstraigo, y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados»: Francia, el Reino Unido, Rusia, Servía, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados Unidos (desde 1917), así como Italia, que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los imperios Austro húngaro, Alemán y Otomano, acompañados por Búlgara.

Por primera ocasión en la historia de la humanidad, una lucha armada incluía países muy alejados geográficamente; además su evolución y desenlace dejaron una secuela de cambios trascendentales que afectaron al mundo entero. Sin embargo, hasta antes de 1945 este fenómeno histórico fue conocido como la "Gran Guerra" y no sería hasta después de ocurrida la Segunda Guerra Mundial cuando se hizo necesaria la distinción numérica secuencial entre ambos conflictos. Por su magnitud y consecuencias, la Primera Guerra Mundial constituye una profunda brecha que separa el siglo XX de todo lo que le precedió, no obstante que sus orígenes se encuentran, por supuesto, en los hechos del pasado inmediato.
Los hombres segados por ametralladoras, destrozados por granadas explosivas, muertos en barcos mercantes y de guerra torpedeados en el Atlántico, aplastados bajo orugas de la temible nueva arma que eran los tanques. La guerra también cobró su parte en la vidas civiles. Los ataques aéreos causaron poco daño, pero como cada bando trató de bloquear los suministros del otro, millones de hombres, debilitados durante años por la mala alimentación, fueron víctimas de enfermedades.

Inicialmente, la guerra fue un atrevido desafío para los jóvenes valientes. Pero hacia 1918, la guerra ya encerraba poco encanto para ambos bandos. Era una lucha cruel y enconada. Sin embargo, al terminar produjo una sensación de regocijo en quienes, por ventura, no podían predecir el futuro. Al menos sus sufrimientos beneficiarían a la humanidad, pues pensaban que ésta había sido la guerra que terminaría todas las guerras.








-La formación de alianzas:

El dominio sobre las áreas coloniales provocó conflictos entre las potencias que se resolvían a través de acuerdos diplomáticos, o bien de guerras que se mantenían dentro de un mareo estrictamente local. Además, las alianzas que se formaban duraban poco y los países cambiaban de bando frecuentemente, según las circunstancias.
Sin embargo, las reglas de juego de la diplomacia internacional fueron variando poco a poco. A medida que crecían las necesidades de expansión de las grandes potencias industriales, las confrontaciones se fueron haciendo incontrolables. Por un lado, era difícil resolver los conflictos en un escenario que se había ampliado. Los enfrentamientos ya no sólo podían presentarse en Europa sino también en África, China o el Medio Oriente. Además, había nuevos competidores y eran muy agresivos. Estados Unidos y Japón se habían convertido en grandes potencias que se disputaban el dominio del área del Pacífico. Alemania aparecía pujante y poderosa, pero insatisfecha por haber llegado tarde al reparto colonial. Sus intereses expansionistas en China y África del Sur chocaban con el dominio que los ingleses habían establecido en esas zonas. Justamente, las posiciones irreconciliables entre Alemania e Inglaterra fueron las que generaron un sistema de alianzas permanentes que puso en peligro la paz mundial. Por un lado, se formó la Triple Alianza, que en realidad fue sólo una alianza entre Alemania y Austria-Hungría, pues Italia, el tercer integrante, no tardó en apartarse. Por otro, Francia, el Imperio ruso y Gran Bretaña se unieron en la Triple Entente.



-Las causas de la guerra:

 Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.

El conflicto militar que comenzó como un enfrentamiento localizado en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia el 28 de julio de 1914; se transformó en un enfrentamiento armado a escala europea cuando la declaración de guerra austro-húngara se extendió a Rusia el 1 de agosto de 1914; Finalmente, pasó a ser una guerra mundial en la que participaron 32 naciones. Veintiocho de ellas, denominadas aliadas o potencias asociadas y entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria.

La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, cometido en Sarajevo el 28 de junio de 1914 por Gavrilo Princip, un nacionalista serbio.
No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el que fue fundado el II Imperio Alemán, y este Estado emergió como una gran potencia.
Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados contendientes, así como a la de sus colonias respectivas.


-ANTECEDENTES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Fueron varias los enfrentamientos que sirvieron de preludio a la primera guerra mundial, entre ellos se pueden mencionar:
1.-La guerra franco-prusiana:
En 1870 Francia fue vencida por el ejército prusiano, disciplinado y bien armado, mandado por Moltke. Se completó la unidad de Alemania y los príncipes de muchos Estados reconocieron como emperador a Guillermo. La derrota y las pérdidas territoriales colocaron a Francia en situación tirante con Alemania.
2.-La liga de los tres emperadores:
La máxima ambición del canciller de hierro alemán Bismarck, era mantener aislada a Francia. Se vio realizada en 1873 mediante la Liga de los Tres Emperadores: el de Alemania, el estado más fuerte del continente.
3.- La Triple Alianza:
En los Balcanes, el enfrentamiento de los intereses rusos y austríacos condujo en 1878 a la disolución de la Liga de los Tres Emperadores. En 1879 la alianza entre Alemania y Austria-Hungría se hizo más fuerte y en 1882 se amplió con Italia. En 1887 Alemania y Rusia firmaron un tratado mediante el cual estrecharon sus relaciones.
4.- La Triple Entente:
El nuevo emperador de Alemania Guillermo II destituyó a Bismarck y no renovó el tratado con Rusia, lo que aprovechó Francia que estaba aislada para aliarse con Rusia en 1894. En 1904 se alió también con Inglaterra. Poco después se aliaron también Inglaterra y Rusia, con lo que en 1907 quedó terminada la Triple Entente. El cerco de Alemania era ya un hecho.
5.- Las primeras descargas:
El camino hacia la catástrofe de 1914 pasó por Marruecos y los Balcanes. En el Marruecos francés intentaron hacerse valer los intereses comerciales alemanes, la consecuencia entre otras, fue la crisis de Agadir de 1911. La debilidad de Turquía llevó a sus amigos a la ruina.
LAS DECLARACIONES DE GUERRA
Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio, ya fuera porque creía que Rusia no llegaría a unirse a Serbia o porque estaba dispuesta a correr el riesgo de un conflicto europeo general con tal de poner fin al movimiento nacionalista serbio. Rusia respondió movilizándose contra Austria. Alemania advirtió a Rusia de que si persistía en su actitud le declararía la guerra, y consiguió que Austria accediera a discutir con Rusia una posible modificación del ultimátum enviado a los serbios.
No obstante, Alemania insistió en que los rusos retiraran sus tropas inmediatamente. Rusia se negó a hacerlo y Alemania le declaró la guerra el 1 de agosto.
Los franceses comenzaron la movilización de sus fuerzas ese mismo día; las tropas alemanas cruzaron la frontera de Luxemburgo el 2 de agosto y Alemania declaró la guerra a Francia el 3 de agosto. El día anterior, el gobierno alemán había informado al gobierno belga de su intención de marchar sobre Francia cruzando Bélgica, a fin de evitar que los franceses utilizaran esta ruta para atacar Alemania. Las autoridades belgas se negaron a permitir el paso por su territorio de las tropas alemanas y recurrieron a los países firmantes del Tratado de 1839 —en el que se garantizaba la neutralidad de Bélgica en el caso de un conflicto en el que estuvieran implicados Gran Bretaña, Francia y Alemania— para que se cumpliera lo establecido en dicho acuerdo. Gran Bretaña, uno de los países signatarios del Tratado de 1839, envió un ultimátum a Alemania el 4 de agosto en el que se exigía que se respetara la neutralidad de Bélgica; Alemania rechazó la petición y el gobierno británico le declaró la guerra ese mismo día.
Italia permaneció neutral hasta el 23 de mayo de 1915, cuando rompió su pacto con la Triple Alianza para satisfacer sus aspiraciones territoriales y declaró la guerra a Austria-Hungría. La unidad de los aliados se fortaleció en septiembre de 1914 a través del Pacto de Londres, firmado por Francia, Gran Bretaña y Rusia. A medida que avanzaba la contienda, fueron sumándose al conflicto países como el Imperio otomano, Japón, Estados Unidos y otras naciones del continente americano. Japón, que había firmado una alianza con Gran Bretaña en 1902, declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1914, y el 6 de abril de 1917 lo hizo Estados Unidos.
-CAUSAS DE LA I GUERRA MUNDIAL
La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue, como ya sé mencionó, el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo Serbia, el 28 de Junio de 1914.
Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.
El nacionalismo
La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas habían difundido por la mayor parte del continente europeo el concepto de democracia, extendiéndose así la idea de que las poblaciones que compartían un origen étnico, una lengua y unos mismos ideales políticos tenían derecho a formar estados independientes. Sin embargo, el principio de la autodeterminación nacional fue totalmente ignorado por las fuerzas dinásticas y reaccionarias que decidieron el destino de los asuntos europeos en el Congreso de Viena (1815). Muchos de los pueblos que deseaban su autonomía quedaron sometidos a dinastías locales o a otras naciones. Por ejemplo, los estados alemanes, integrados en la Confederación Germánica, quedaron divididos en numerosos ducados, principados y reinos de acuerdo con los términos del Congreso de Viena; Italia también fue repartida en varias unidades políticas, algunas de las cuales estaban bajo control extranjero; los belgas flamencos y franceses de los Países Bajos austriacos quedaron supeditados al dominio holandés por decisión del Congreso.
Las revoluciones y los fuertes movimientos nacionalistas del siglo XIX consiguieron anular gran parte de las imposiciones reaccionarias acordadas en Viena. Bélgica obtuvo la independencia de los Países Bajos en 1830; la unificación de Italia fue culminada a cabo en 1861, y la de Alemania en 1871. Sin embargo, los conflictos nacionalistas seguían sin resolverse en otras áreas de Europa a comienzos del siglo XX, lo que provocó tensiones en las regiones implicadas y entre diversas naciones europeas. Una de las más importantes corrientes nacionalistas, el paneslavismo, desempeñó un papel fundamental en los acontecimientos que precedieron a la guerra.
El imperialismo:
El espíritu nacionalista también se puso de manifiesto en el terreno económico. La Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, en Francia a comienzos del XIX y en Alemania a partir de 1870, provocó un gran incremento de productos manufacturados, por lo que estos países se vieron obligados a buscar nuevos mercados en el exterior. El área en la que se desarrolló principalmente la política europea de expansión económica fue África, donde los respectivos intereses coloniales entraron en conflicto con cierta frecuencia. La rivalidad económica por el dominio del territorio africano entre Francia, Alemania y Gran Bretaña estuvo a punto, desde 1898 hasta 1914, de provocar una guerra en Europa en varias ocasiones.
La expansión militar:
Como consecuencia de estas tensiones, las naciones europeas adoptaron medidas tanto en política interior como exterior entre 1871 y 1914 que, a su vez, aumentaron el peligro de un conflicto; mantuvieron numerosos ejércitos permanentes, que ampliaban constantemente mediante reclutamientos realizados en tiempo de paz, y construyeron naves de mayor tamaño. Gran Bretaña, influida por el desarrollo de la Armada alemana, que se inició en 1900, y por el curso de la Guerra Ruso-Japonesa, modernizó su flota bajo la dirección del almirante sir John Fisher. El conflicto bélico que tuvo lugar entre Rusia y Japón había demostrado la eficacia del armamento naval de largo alcance. Los avances en otras áreas de la tecnología y organización militar estimularon la constitución de estados mayores capaces de elaborar planes de movilización y ataque muy precisos, integrados a menudo en programas que no podían anularse una vez iniciados.
Los dirigentes de todos los países tomaron conciencia de que los crecientes gastos de armamento desembocarían con el tiempo en quiebras nacionales o en una guerra; por este motivo, se intentó favorecer el desarme mundial en varias ocasiones, especialmente en las Conferencias de La Haya de 1899 y 1907. Sin embargo, la rivalidad internacional había llegado a tal punto que no fue posible alcanzar ningún acuerdo efectivo para decidir el desarme internacional.
De forma paralela al proceso armamentístico, los Estados europeos establecieron alianzas con otras potencias para no quedar aisladas en el caso de que estallara una guerra. Esta actitud generó un fenómeno que, en sí mismo, incrementó enormemente las posibilidades de un conflicto generalizado: el alineamiento de las grandes potencias europeas en dos alianzas militares hostiles, la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente, integrada por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Los propios cambios que se produjeron en el seno de estas asociaciones contribuyeron a crear una atmósfera de crisis latente, por la cual el periodo fue denominado 'Paz Armada'.




-Descubriendo la Historia: Primera guerra mundial: 1°era parte.


-Descubriendo la Historia: Primer a guerra mundial: 2°da parte.



-Descubriendo la Historia: Primera guerra mundial: 3°ra parte.



-Descubriendo la Historia: Primera guerra mundial: 4°ta parte.



-Descubriendo la Historia: Primera guerra mundial: 5°ta parte.



-Descubriendo la Historia: Primera guerra mundial: 6°ta y última parte.













Periodo entre guerras.



Se conoce como período de entre guerras  a la denominación que ha recibido el periodo histórico del siglo XX que va desde 1918 a 1939. Cronológicamente, se puede establecer desde el final de la Primera Guerra Mundial el 11 de Noviembre de 1918 y el inicio de la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939.

Los primeros años de la posguerra estuvieron marcados por la dificultosa aplicación de los tratados de paz de 1919. Sin embargo, la segunda mitad de los años veinte abrió un período de concordia internacional que ilusionó a los contemporáneos. 
La depresión de 1929 y el ascenso de Hitler al poder demostraron el carácter efímero de este tiempo de armonía. Los años treinta prepararon el camino a una segunda y aun más destructiva conflagración mundial.


Políticamente, este periodo se vio caracterizado por la crisis de las democracias liberales, el ascenso de los fascismos y los regímenes autoritarios, así como el auge de los movimientos obreros de inspiración socialista o comunista que se inspiraban en el triunfo bolchevique de la Revolución Rusa. Económicamente, vio la recuperación de la Gran Guerra y una etapa de euforia económica durante los años 20 que se vería truncada por el Crack del 29 y una profunda crisis que marcó los años 30. Tradicionalmente, la historiografía ha señalado esta época como el preludio que acabaría desembocando en la Segunda Guerra Mundial.

La guerra mundial había supuesto una ruptura con los cambios iniciados en la Segunda Revolución Industrial y sus efectos se hicieron notar:
  • Desarticulación de los intercambios comerciales internacionales.
  • Participación creciente de los estados en economía y la desaparición del liberalismo económico típico del siglo XIX.
  • Adaptación de la producción industrial a las necesidades bélicas.
Recurso a las reservas monetarias por parte de los estados ocasionando con ello una fuerte inflación.


Al finalizar el conflicto era necesario reconvertir una economía volcada en la guerra en otra de paz. El camino hacia la consecución de ese objetivo estuvo plagado de dificultades.


En un primer momento los países europeos, los más afectados por el conflicto, iniciaron un tímido despegue pero pronto esa recuperación sufrió un frenazo. No fue hasta 1924 cuando de nuevo se produjo una reactivación de la economía internacional. La excepción a este hecho la constituyeron los Estados Unidos que salieron de la guerra convertidos en la mayor potencia del mundo. Durante el conflicto se habían erigido en proveedores de materias primas, alimentos y bienes manufacturados y con ello en acreedores de sus aliados.
Durante la posguerra continuaron jugando un papel económico esencial.Europa les adeudaba aproximadamente 10.000 millones de dólares. Las dificultades que aquejaban las economías de los antiguos contendientes no se reflejaron en la potencia americana. La situación se mantuvo hasta finales de la década de los "felices años veinte".

-Periodo entre guerras:




-Depresión de 1929:

Después de la Primera guerra Mundial, Europa se quedo sin capital, y EE.UU. era el único país del mundo en capacidades para hacerle préstamos a los países europeos para que se reconstruyeran. La bolsa americana estaba en pleno auge, porque nadie invertía en Europa.
En 1929 la agricultura americana tuvo una crisis por la caída de los precios, y con esto también bajó el precio de las acciones en la bolsa de Nueva York. La gente empezó a vender todas sus acciones antes de que los precios bajaran más, y la bolsa conmocionó. Como EE.UU. estaba “sosteniendo” a Europa, las economías europeas se cayeron también, y entonces el Mundo estuvo en caos total, excepto la recién creada Unión Soviética. Esto demostró que el capitalismo se podía caer fácilmente, y en la Unión Soviética se creo un gran nacionalismo al ver que el comunismo seguía en pie; además la Unión Soviética se estaba industrializando y estaba progresando rápidamente. Como Rusia estaba aislada y era autosuficiente, no fue afectada, y quedó muy fuerte económicamente. Esa fue una de las razones de su progreso, y ese progreso fue una de las razones de la futura Guerra Fría, y de la entrada de Rusia en la Segunda Guerra Mundial.
Antes de la Depresión se creía que el gobierno no debía intervenir en la economía, pero después de esta, se dieron cuenta que era mejor poner algunas reglas en el juego. Esto hubiera prevenido la Depresión del 29.

Cuando los cañones de la Primera Guerra Mundial dejaron definitivamente de atronar el aire con sus disparos, las naciones en conflicto se dieron a la tarea de organizar la paz. Para ello se reunieron en París, en enero de 1919, delegados de veintisiete países.
Thomas Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos, quiso imponer su criterio. Según él, no debía hablarse de vencidos ni vencedores; solo de que la paz debería ser justa y que las decisiones debían basarse en la autodeterminación de los pueblos.
Pero los jefes de los estados europeos, en especial George Clemenceau, primer ministro de Francia, deseaban ahogar cualquier asomo de resurgimiento militar de Alemania. Es por esto que el Tratado de Versalles, firmado entre los países vencedores y Alemania, impuso a este último severas condiciones: debió renunciar a todas sus colonias en ultramar, se ocupó temporalmente parte de sus territorios, se limitaron sus fuerzas militares de tierra, se prohibió la reorganización de su aviación y tuvo que entregar su flota de guerra; tampoco podía ingresar a los organismos internacionales. Asimismo, se le exigió una suma exagerada de dinero por concepto de reparación de los daños causados por la guerra, y la cesión del corredor polaco a Polonia y a Prusia occidental, separando con este corredor a la Prusia oriental, que siguió bajo el dominio de Alemania, del resto de este país.
Este tratado, suscrito, entre otros, por Wilson, Clemenceau y por el representante inglés Arthur James, conde de Balfour, no hizo más que alimentar el resentimiento germano por décadas.
Luego se firmaron otros tratados con Austria-Hungría y Turquía. Desde el imperio austro-húngaro surgieron tres países autónomos: Checoslovaquia, Hungría y Austria, y grandes provincias se agregaron a Servia y Rumania. El imperio turco se vio limitado a Constantinopla y Asia Menor y perdió todos sus dominios árabes.
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